El Gobierno de Asturias aprueba la revisión del Plan Estratégico de Residuos, que aspira a alcanzar una tasa de reciclaje del 50%
El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy la revisión del Plan Estratégico de Residuos del Principado (Perpa) 2017-2024, que apuesta por una gestión más sostenible y persigue reducir en un 10% la generación de desechos y alcanzar una tasa de reciclaje, como mínimo, del 50%.
El Perpa, en cumplimiento de la normativa europea y de la Ley 22/2011, de Residuos y Suelos Contaminados, recoge nueve programas con 28 líneas de actuación y 237 medidas enfocadas a alcanzar varios objetivos, principalmente los siguientes:
- Promover la reducción de los residuos en todo el territorio, al menos en un 10% respecto a los generados en 2010.
- Lograr, mediante la recogida selectiva, que la mitad de los desechos domésticos y comerciales se reciclen o se preparen para ser reutilizados en 2020.
Para cumplir con el propósito de reutilización y reciclado resulta imprescindible implantar la recogida separada de biorresiduos domésticos y comerciales; es decir, los que se generan en la preparación y elaboración de alimentos, así como los restos vegetales, que actualmente terminan en la bolsa negra. El nuevo plan persigue incrementar el compostaje doméstico y comunitario y que los vecinos de zonas urbanas separen la materia orgánica en origen y la depositen en el nuevo contenedor de color marrón. Para promover la recogida separada, el Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa) seguirá apoyando a los municipios en la implantación de este servicio, pondrá en marcha campañas informativas y establecerá la gratuidad del tratamiento de la materia orgánica para los ayuntamientos, al menos, hasta 2024. Cogersa recibió el año pasado más de medio millón de toneladas de desechos domésticos y comerciales. De esta cantidad, la recogida separada alcanzó sólo el 27%. Para revertir esta situación, el Perpa apuesta por construir y mejorar una serie de infraestructuras necesarias para tratar los desechos urbanos de forma más adecuada. Así, para la gestión de la fracción resto (bolsa negra) se construirá una planta que permita rescatar los materiales reciclables y elaborar combustible sólido recuperado (CSR) para su posterior valorización, preferentemente química, en combustibles de segunda generación y otros compuestos y, si esto no fuera posible, para su valorización energética.
Además, se plantea aumentar la capacidad de la planta de clasificación de residuos recogidos de forma separada (vidrio, envases ligeros y papel y cartón), así como incrementar el volumen de la de biometanización, para facilitar el tratamiento de los biorresiduos, y la de la que transforma lodos en compost. Asimismo, se mejorará la red de puntos limpios.
Igualmente, se propone habilitar un vertedero de rechazos de la planta de selección de la bolsa negra para dar cabida a los residuos no valorizables tras su tratamiento previo.
Durante el período de exposición pública del documento se recibieron 406 escritos de alegaciones de partidos políticos, empresas, colectivos sociales y particulares. Todos ellos han sido objeto de estudio y tienen contestación en el plan, que busca el mayor consenso posible en la gestión de residuos y apuesta decididamente por la prevención, la reutilización y el reciclado.